Según los datos de la Asociación Española de Pediatría (AEP), los niños son las principales víctimas de ahogamientos en piscinas. Esta asociación recomienda los chalecos salvavidas antes que los flotadores, ya que los flotadores podrían darse la vuelta o deshincharse.
Para los menores de tres años recomendamos también los manguitos y flotadores de cuello, ya que aportan seguridad, pero reducen la capacidad de movimiento del niño o niña. A partir de esta edad, se puede ir reduciendo la necesidad de seguridad dependiendo de las habilidades en el agua de cada persona y siempre bajo vigilancia de un adulto.