Tener una piscina en casa cumple diversas funciones, entre ellas la de practicar natación sin salir de casa. Las piscinas lane, o para nadar, son las ideales para poder entrenar o realizar ejercicios de rehabilitación, ya que son construidas en forma rectangular y alargada.
El objetivo de este tipo de piscinas es la de bracear sin chocar con los bordes. Además, son totalmente válidas para disfrutar del baño sin necesidad de hacer deporte, solo que tiene el plus añadido para los amantes de la natación.
Este es uno de los beneficios de las piscinas: disfrutamos del baño, podemos hacer deporte y, además, estar en el agua facilita la recuperación de cualquier lesión.