Las piscinas vacías durante varios días, incluso meses en ocasiones, es algo a evitar por el riesgo que supone para el estado de la piscina y su estructura.
El riesgo de agrietarse es un grave problema, ya que el sol produce la dilatación de los materiales. Junto a este, la falta del peso del agua puede ocasionar que el gresite salte o se desplace al incorporar el agua de nuevo, ante la ausencia de presión previa.
Ante una necesidad de vaciar la piscina, cabe no prolongar el estado y siempre en épocas con temperaturas suaves. Desde PoolWork recomendamos no dejar vacía la piscina en ningún momento, salvo excepciones de fuerza mayor.